Los medios de comunicación en China

Aquí os dejamos la segunda de las cinco entradas que Daniel Méndez y su equipo de colaboradores en el proyecto ZaiChina nos han preparado como autores invitados a nuestro blog. Como os comentábamos, sus reflexiones–siempre críticas y de primera mano–sobre distintos aspectos de la China de hoy son sumamente interesantes y necesarias. Aquí tenéis la serie completa. Es un placer para nosotros contar con su colaboración.

Los medios de comunicación en China
Autor: Daniel Méndez (ZaiChina)

Como tantas otras cosas en China, los medios de comunicación de este país han experimentado una gran transformación en los últimos 30 años. Olvídate de ese discurso simplista que dice que los medios de este país son tan sólo una herramienta de propaganda del régimen, que son aburridos y que no cuentan nada interesante sobre China. La realidad es que el gigante asiático ha vivido en los últimos años una gran explosión de medios de comunicación, con las estanterías de los kioscos llenas de publicaciones de todo tipo, desde moda, coches o cine hasta literatura, economía y política. Han aparecido nuevos canales de televisión (la mayoría de espectadores cuenta con unos 50 en su televisión), tanto en el ámbito local como en el nacional. Y, cada vez más, los medios comerciales (los más alejados del control del Gobierno) dominan el mercado y cuentan con audiencias más grandes.

Aquí van cuatro puntos muy básicos que nos pueden ayudar a comprender un poco mejor el panorama mediático chino.

1 – La industria sigue creciendo y ganando cada vez más dinero. A diferencia de lo que pasa en Occidente, los medios tradicionales en China gozan de buena salud. En el año 2010, por ejemplo, la producción de todo el sector de los medios de comunicación creció un 17,8%. Eso supone más del doble de su producción en el año 2005.

En este incremento de beneficios también se encuentran los medios impresos. A pesar de la importancia de Internet en China, periódicos, semanales y revistas siguen viviendo una especie de edad dorada. Esta buena salud económica ha favorecido la creación de nuevos medios de comunicación y de una mayor variedad en el panorama mediático. Al menos de momento, el mundo en papel y el mundo en digital conviven y sobreviven al mismo tiempo en China.

2 – La mayoría de los medios chinos son locales. A excepción de las todopoderosas Televisión Central de China (CCTV) y la agencia Xinhua, la mayoría de la población se informa y entretiene a través de medios locales. Esto afecta tanto al mundo de la televisión como al de los periódicos. En el año 2009, por ejemplo, tan sólo el 14,5% de los periódicos del país eran de ámbito estatal.

Las televisiones locales se han expandido enormemente en los últimos años y muchas de ellas llegan a contar con hasta ocho canales. Al menos uno de ellos por provincia se puede ver en el resto de país, lo cual hace que estas cadenas alcancen influencia (e ingresos) en toda China. Después de la CCTV, las cadenas que han ganado más notoriedad en los últimos años han sido la Hunan Television y Jiangsu Television, frecuentemente gracias a programas de entretenimiento como Super Girl (similar a Operación Triunfo) o If you are the one (un programa para encontrar pareja).

3 –  Un sistema de propaganda más flexible. Desde finales de los 70, el Gobierno decidió abrirse al mercado y al mundo para favorecer el desarrollo económico del país. En esta revolución comercial entraron también los medios de comunicación, que comenzaron a dejar de depender de las subvenciones estatales para salir al mercado a luchar por las audiencias y los anunciantes. Siempre manteniendo la propiedad de los medios y guardándose el derecho de cerrar cualquier publicación que se pasara de la raya, el Gobierno ha evolucionado en las últimas décadas hacia un modelo de control y propaganda por capas, que se adapta a las circunstancias e intenta dejar respirar a las minorías. Es lo que el sinólogo Geremie Barmé, citando al escritor húngaro Miklós Haraszti, definió como “la cárcel de terciopelo”.

En esta “cárcel de terciopelo” o “censura progresiva”, el control y la propaganda se han vuelto pragmáticos (como China), se utiliza la filosofía del coste-beneficio y se intenta incorporar dentro del sistema al mayor número posible de intelectuales.  En el mundo de la información, se controla estrictamente la televisión, el medio de masas por excelencia, por considerarse el más peligroso y el que tiene más influencia en las zonas rurales. Por otro lado, los semanales y revistas, con audiencias mucho menores y menor inmediatez a la hora de abordar las noticias, suelen contar con un mayor margen de maniobra y ser mucho más críticos con el Gobierno. Si a esto se le suma el nivel de comercialización de los medios (su independencia económica respecto a las autoridades) podemos elaborar un semáforo muy básico como guía para acercanos al control de la información en China:

4 – Los medios comerciales han ganado la partida. A grandes rasgos, los medios chinos pueden dividirse en medios oficiales (que dependen directamente de las subvenciones del Gobierno y están muy ligados al control gubernamental) y medios comerciales (aquellos más independientes que viven de sus ventas directas y la publicidad). Como te puedes imaginar (y se puede ver en el gráfico de arriba), los medios oficiales contienen mucha más propaganda que los medios comerciales, que tienden a ser mucho más críticos con el Gobierno.

En las últimas tres décadas, poco a poco pero de forma imparable, los medios oficiales han ido perdiendo importancia a favor de los medios comerciales. Si hace 20 años la CCTV tenía prácticamente el monopolio de la televisión, en la actualidad se tiene que enfrentar a la competencia de las cadenas locales y de algunas extranjeras como Phoenix Television. Lo mismo ha pasado en los periódicos, que si bien antes estaban dominados por medios oficiales (por ejemplo, el Diario de Pekín), ahora cada vez más lo están por diarios metropolitanos comerciales (Beijing Times, Beijing News o Beijing Evening News).

Como se puede ver en el gráfico de abajo, en el año 2010, de los 25 periódicos con más tirada del país, 21 entrarían en la categoría  de periódicos comerciales. En la parte alta de la tabla sólo sobreviven algunos clásicos como Reference News, el Diario del Pueblo o el Diario de Guangzhou, cuyas cifras están además muy infladas debido a las subscripciones obligatorias de las instituciones gubernamentales y del Partido. En la televisión, en Internet, en periódicos, semanales y revistas la tendencia es la misma: los medios oficiales ya han perdido su tradicional terreno a favor de unos medios comerciales más atrevidos, rentables, desenfadados y cercanos a las audiencias.