La implantación de los Institutos Confucio en múltiples ciudades del mundo ha provocado ciertas controversias que han llegado, incluso, al terreno de la cultura popular. Un colega me dirige a este divertido vídeo del late-night norteamericano The Daily Show que así lo demostraba ya en el año 2010.

Tal y como comenté en este apunte dedicado a un artículo del historiador Mark Elliott sobre la meritocracia en China, cuando estos debates se tornan generalistas son siempre bienvenidas las intervenciones de académicos que arrojen luz sobre el tema y lo sitúen en su debido contexto. Así, sobre la controversia de los Institutos Confucio me permito recomendaros el artículo The Antropology of Confucius Institutes de la antropóloga Jennifer Hubbert.

A partir de la disputa entre el antropólogo Marshall Sahlins y el historiador Edward McCord, en contra y a favor respectivamente de la implantación de Institutos Confucio en campus universitarios, Hubbert muestra lo que un buen trabajo de campo académico–su proyecto de investigación se centra precisamente en los Institutos Confucio–puede aportar a un debate extendido en sociedad: ir más allá de asunciones muy genéricas sobre maquinaciones políticas y concretar las consecuencias y motivaciones reales de las personas.