Con motivo de la reciente publicación de dos obras de Ding Ling, El diario de la señorita Sofía y En el hospital (Bellaterra, 2014), entrevistamos a Tyra Díez, su traductora.
Tyra estudió Filosofía en la Universidad de Granada y Estudios de Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Madrid. Posteriormente ha trabajado como investigadora en la Universidad de Pekín con académicos de prestigio como Dai Jinhua. Actualmente es editora del proyecto China Traducida y por traducir. Colabora en el programa de Estudios de Asia Oriental de la UOC, donde imparte docencia en asignaturas de literatura china. Además de Ding Ling ha traducido obras de Liu Xiaobo, Yu Keping, Wang Hui o Dai Jinhua.
Tyra, enhorabuena por la traducción y gracias por atender a nuestras preguntas. ¿Cómo definirías la obra de Ding Ling a un lector que no la conozca aún?
Audaz, honesta y comprometida más que nada con sus propias contradicciones. Me parece muy acertado que en el volumen hayan incluido dos relatos tan dispares; El diario, que es una novela de juventud muy de nuestro tiempo (de eso que llamamos globalización), y por ello, sorprendentemente cercana y actual, y En el Hospital, que responde por el contrario a una situación y a unos objetivos muy concretos. En ambas no obstante apreciamos esa tensión tan humana entre lo que somos y lo que nos gustaría ser, entre el deseo y la realidad que nos toca.
¿Cómo enfocaste el proyecto de traducción de esta novela? ¿Te marcaste algún objetivo prioritario a la hora de traducir El diario de la señorita Sofía y En el hospital?
Supongo que lo enfoqué como cualquier traductor que se toma a pecho este arduo y bello ejercicio de co-escritura que es la traducción literaria, con alegría y respeto, buscando siempre ese equilibrio entre la literalidad y la “literaturalidad”, es decir, entre ser todo lo fiel que se pueda al tono del autor y resultar a su vez cómodo y ameno al lector. Ningún objetivo más allá de esto, la verdad. Dudas sobre el resultado, infinitas, claro.
¿Qué aspecto del original te comportó más dificultad? ¿Es Ding Ling una autora particularmente difícil de traducir?
Ding Ling comienza a escribir en pleno período de consolidación literaria de la lengua vernácula china, lo que daría lugar a lo que hoy se conoce como chino moderno, pero que entonces era apenas un proyecto de simplificación y adaptación de la lengua clásica, proyecto al que ella misma insufló con su escritura nuevos aires y rumbos. Por tanto, sí, del Diario sobre todo me resultó difícil esa mezcla un tanto forzada a veces entre estructuras nuevas y antiguas, ciertos “anacronismos” que en su tiempo eran en realidad la norma. Una mezcla que En el Hospital, escrita más de diez años después, es bastante menos palpable. Y bueno, por lo demás el chino siempre me parece particularmente difícil de traducir, sí.
Como impulsora del proyecto China traducida y por traducir, conoces bien la situación de las traducciones del chino al español. ¿Cómo situarías esta traducción dentro del contexto actual? ¿Crees que el panorama editorial de la literatura china en España está cambiando?
La situación ha mejorado algo pero no todo lo que debiera. Seguimos siendo muy dependientes de lo que otros sistemas literarios como el anglófono o el francófono seleccionan y traducen para sí. Esto se refleja no sólo en el número de traducciones vertidas indirectamente desde esos idiomas, sino también en el tipo de obra que las editoriales buscan y se arriesgan a publicar. Actualmente quieren casi exclusivamente voluminosas novelas recientes precedidas de cierto éxito comercial en el extranjero, y por ende a menudo con el reclamo de “explicar” lo que sea China, lo cual deprecia el valor literario que esas novelas puedan tener, a la vez que devalúa, por ignorarlos, otro tipo de textos, tanto a nivel de género como de periodo, que en muchos sentidos, quizá no tan inmediatos pero sí más jugosos, dan mejor cuenta de esa tradición cultural tan viva y multifacética que el nombre “China” resume. La colección de literatura moderna y contemporánea que ha emprendido Bellaterra, donde se inscribe este volumen, es un granito de arena, minoritario pero necesario, en esta dirección: recopila clásicos modernos indispensables de la literatura china moderna, cuidando además reflejar su importancia en contexto.
Para terminar, ¿algún autor, obra o traductor/a que quieras recomendar?
Recomiendo, por si hay alguien que aún no lo haya leído, el Jin Ping Mei traducido por Alicia Relinque, tanto por la obra, un clásico divertidísimo, agridulce y crítico del siglo XVII, como por la maravillosa traducción de Alicia. Aparte porque es la primera vez que se traduce completamente esta obra monumental del chino a una lengua occidental, y haber hecho esto tan bien es una proeza poco común en nuestro país y que tendría que haberse celebrado y reconocido más de lo que nuestras instituciones culturales han hecho. Y también (me estoy poniendo muy clásica, lo sé, tengo mis razones) el Elogio de la anarquía, traducido por Albert Galvany, que recoge polémicas filosóficas del siglo III pero que a mi me sirven muchísimo para entender nuestro hoy.